CONOCETE A TI MISMO (EL ORÁCULO DE DELFOS)
“Los griegos pensaban que los seres
humanos podían enterase de su destino a través del famoso oráculo de Delfos. El
dios Apolo era el dios del oráculo. Hablaba a través de la sacerdotisa Pitia,
que estaba sentada en una silla sobre una grieta de la Tierra. De esta grieta
subían unos gases narcóticos que la embriagaban, circunstancia indispensable
para que pudiera ser la voz de Apolo.
Al
llegar a Delfos, uno entregaba primero su pregunta a los sacerdotes, quienes, a
su vez, se la daban a Pitia. Ella emitía una contestación tan incomprensible o
ambigua que hacía falta que los sacerdotes interpretaran la respuesta a la
persona que había entregado la pregunta. Así los griegos podían aprovecharse de
la sabiduría de Apolo, ya que creían que Apolo sabía todo sobre el pasado y el
futuro.
Muchos
jefes de Estado no se atrevían a declarar la guerra, o a tomar otras decisiones
importantes, antes de haber consultado el oráculo de Delfos. Así pues, los
sacerdotes de Apolo funcionaban como una especie de diplomáticos y asesores,
con muy amplios conocimientos de gentes y países.
Encima
del templo de Delfos había una famosa inscripción: ¡CONÓCETE A TI MISMO!, que
significaba que el ser humano nunca debe pensar que es algo más que un ser
humano, y que ningún ser humano puede escapar a su destino.
Entre
los griegos se contaban muchas historias sobre personas que habían sido
alcanzadas por su destino. Con el tiempo, se escribieron una serie de obras de
teatro, tragedias, sobre esas personas “trágicas”. El ejemplo más conocido es
la historia del rey Edipo.”
(“El mundo de Sofía” de Jostein Gaarder) .
Mi visión del mundo es de carácter
mecanicista, es decir, que todo ocurre porque tiene que pasar. Esto, de alguna
manera, es como creer en el destino, no en el destino misticista, de una
energía que nos maneja a su antojo, sino algo mas científico. Según puedo
observar, todas las cosas que ocurren tienen una causa, no ocurren por azar; si
lanzo un dado, el número que resultará, estará condicionado por elementos
físicos como la superficie sobre la que lo tire, la fuerza con que lo tire, el
rozamiento… Lo mismo pasa con el resto de las cosas, los aparatos no se
estropean por azar sino que lo provoca el desgaste, golpes etc. De esta manera,
nada queda fuera de las leyes físicas y todo puede ser explicado. Este
razonamiento podría aplicarse a las personas y el resultado sería que nuestros
actos están limitados o condicionados, con lo que, al igual que en un problema
de física, sabiendo los datos correspondientes, podríamos saber nuestro futuro
al igual que podríamos averiguar qué numero sale en el dado.
Pongamos el caso contrario y supongamos
que el azar existe; entonces no existiría un conocimiento fijo o estable, y
ante un problema de física no podríamos determinar el resultado, ya que habría
variables que dependerían del azar. Pero este no es el caso, ya que los
problemas de física son resueltos a diario, sin dejar hueco al azar. Entonces,
si podemos determinar el lugar de choque de un misil, gracias a cálculos
matemáticos, ¿no podríamos hacer lo mismo con las personas? Al fin y al cabo,
estamos formados de materia y energía como el resto de los objetos que nos
rodean.
De una manera más visual, imaginémonos
un grupo de canicas en movimiento limitadas por un espacio circular. Si
supiésemos todos los datos necesarios en un instante concreto, podríamos
averiguar qué interacciones y movimientos van a tener las canicas a lo largo
del tiempo.
Esto me hace pensar que respondemos a
las leyes de la física, y que al igual que en un problema matemático, el
resultado ya está determinado. Nuestra vida sería el desarrollo de un enorme
problema (con descomunales cantidades de datos y variables) que englobaría a
todas las personas y las cosas con las que interactuamos. Por tanto, nuestras
decisiones frente a un cruce de caminos son simples espejismos, que aunque no
lo sepamos ya están tomadas.
Bien Carlos. Yo le cambiaría el título al post. Lo importante es la segunda parte. Como otras veces te queda algo desconectada una parte con otra. Se podría conectar a través de la idea de "moira" o destino. Los dioses griegos no pueden hacer lo que quieran están sometidos a la necesidad...como plantea la ciencia
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