EL HOMBRE ES UN LOBO PARA EL HOMBRE (PLAUTO)
"El Libro de la Selva" es una colección de historias escritas por el premio nobel Ruyard Kipling (Bombay 1865-Londres 1936). Son cuentos de animales de la selva india que,
de forma antropomórfica, plantean lecciones morales. La historia comienza cuando, huyendo del ataque de un enorme y feroz tigre de bengala, una pareja humana pierden a su hijo pequeño. Éste aparece en la cueva de una familia de lobos quienes no sólo lo salvan de las garras del tigre, sino que a su vez lo acogen como a su propio hijo. La manada lo acepta y como cualquier otro cachorro, es instruido en la “ley de la selva”, un conjunto de seis artículos donde se presentan los principales valores que debe tener un lobo. Vive así diferentes historias que le hacen entender el verdadero valor de las leyes de la amistad y, sobre todo, del trabajo en equipo.
de forma antropomórfica, plantean lecciones morales. La historia comienza cuando, huyendo del ataque de un enorme y feroz tigre de bengala, una pareja humana pierden a su hijo pequeño. Éste aparece en la cueva de una familia de lobos quienes no sólo lo salvan de las garras del tigre, sino que a su vez lo acogen como a su propio hijo. La manada lo acepta y como cualquier otro cachorro, es instruido en la “ley de la selva”, un conjunto de seis artículos donde se presentan los principales valores que debe tener un lobo. Vive así diferentes historias que le hacen entender el verdadero valor de las leyes de la amistad y, sobre todo, del trabajo en equipo.
Sin embargo, a medida que
crece, las diferencias con los lobos se hacen más evidentes. Es expulsado de la
manada, y se va a vivir con su madre biológica a quien ha encontrado en un
pueblo cercano y se convierte en un pastor de bueyes, aunque no logra adaptarse
completamente al nuevo estilo de
vida, durmiendo en jaulas, e inventando
historias de espíritus de la selva. Finalmente se queda a vivir entre los humanos, pero es considerado un
espíritu maligno de la selva por su capacidad de hablar con los animales.
Esta historia está íntimamente
relacionada con los niños salvajes. Son personas que han vivido gran parte
de su vida en un entorno completamente apartado
de la sociedad, y, por ello, no han desarrollado la capacidad de hablar o
comunicarse. En el caso de de hayan estado mucho tiempo no suele ser posible
recuperar la aptitud del lenguaje. También acostumbran a caminar a cuatro patas
con grandes dificultades para andar únicamente con las piernas durante un gran
periodo de tiempo, y tienen ciertos sentidos más desarrollados que una persona
humana corriente. Cuando vuelven a vivir en
sociedad no pueden adaptarse.
Hoy en día
la sociedad engloba a todo el planeta, incluso en las zonas más remotas las
personas se organizan en tribus, con lo que los casos de niños salvajes son muy
extraños y actualmente casi nulos. Pero a pesar de esto, han existido unos
cuantos casos que han sido objeto de estudio debido a su gran interés
psicológico, médico y lingüístico.
Los niños
ferales son un ejemplo de la repercusión que tiene la sociedad en nuestra
formación como personas, ya que de no ser educados en sociedad, no podríamos adquirir
las cualidades que nos definen como humanos, y nos convertiríamos en meros
animales. De la misma manera que nos forma como humanos, la organización o
agrupación en sociedad, tiene como fin procurarnos protección, compañía, información…
ciertas características que nos ayudan a progresar.
Sociedad se
define como un conjunto de personas que constituyen una unidad distinta de cada uno de sus individuos, con
el fin de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines
de la vida. Pero en la práctica esto no ocurre así, ya que en realidad dentro
de la sociedad de hoy en día, predomina una lucha constante por ser superior o
predominar sobre el resto y procurarse la mejor vida que pueda sin preocuparse
por los demás. Por tanto esta concepción de sociedad como medio para
conseguir un fin se ha perdido de alguna
manera, y no es la sociedad la que trabaja para nosotros, sino que somos
nosotros los que vivimos para satisfacer las necesidades de ésta.
Actualmente,
en nuestro país, existe gran cantidad de personas que tienen la desgracia de
vivir en la calle, que no tienen trabajo, o padecen alguna enfermedad extraña
que precisa de cuidados que no puede conseguir. Los bancos dejan
sin casa a familias para luego dejarlas vacías y los políticos recortan,
endeudan, y suben los impuestos para salvar el gobierno en vez de ayudar a la
gente a poder vivir. ¿Cómo puede ser que en una sociedad ocurra esto?
Se debe a
que el concepto de sociedad se ha tergiversado y no busca el bien común, sino
que es una sociedad individualista, en la que cada uno únicamente mira por sí
mismo.
En conclusión, mi opinión es que
la sociedad en la que vivimos es demasiado egoísta y no cumple con los
requisitos que se espera de su definición, ya que al fin y al cabo no vivimos
solos en el mundo y deberíamos de preocuparnos más porque todos podamos vivir
dignamente.
Bien Carlos. En realidad aquí hay dos temas, no demasiado bien enlazados. Creo que querías hablar del segundo tema y te obligas a tocar el tema de los niños salvajes. Prefiero que no fuerces: no te obligues a tocar los temas que recomiendo en clase. Intenta hacer un discurso cerrado y coherente.
ResponderEliminarSaludos.